NACHOMEN . HISTÒRIES D'EQUIPS.

“Nachomen”, Antes “Heladerías Olivier”, Antes “McDonalds”, antes…

Nuestros “nombres de guerra/equipo” dan una idea de nuestra dilatada experiencia dentro del mundo del basket de la provincia.

El equipo actual, “Nachomen” podríamos decir que está formado por dos bloques de jugadores: Los que jugamos juntos desde alevines, y las incorporaciones de amigos que se han unido a lo largo de los años.Nuestra historia en común empieza en el Colegio La Salle, donde empezamos a jugar, o a intentar jugar al baloncesto. Buenos entrenadores (sin ánimo de lucro) nos enseñaban las bases de este deporte y nosotros intentábamos emular a las estrellas de la época. Nombres que a muchos jugadores actuales le la City ni les sonarán.Durante esta época no había más competiciones, ya que el baloncesto del centro, los entrenamientos, las diadas, etc… ya ocupaban nuestras necesidades. Allí seguimos hasta juveniles. Luego hubo fusiones (Salle-Cbt) y migraciones (al Nástic) hasta que finalmente, salvo honrosas excepciones,  llegamos al límite de las posibilidades baloncestísticas propias y de las competiciones que por aquel entonces había en Tarragona. Nuestra salvación llego de la mano de las ligas universitarias, dónde se formó un equipo mixto de varias carreras (derecho, económicas, ingeniería, magisterio…) en función de nuestras opciones estudiantiles. Nos aferramos a esta liga hasta las últimas consecuencias, llegando a falsificar algún carnet para que algún compañero que había acabado la carrera pudiera seguir jugando con nosotros (siempre hemos sido un grupo muy sólido, una especie de clan…) y cosechando alguna que otra victoria. Cansados de que nos llamaran malos estudiantes, y de que nos echaran en cara que repetíamos cursos para poder seguir jugando, buscamos otras opciones. Una de nuestras estrellas, Barrado, gracias a su hermano, jugador estrella del mítico “Ghostbaskets”  nos dio la solución

Corría una leyenda que decía que un grupo de viejas glorias, se habían asociado para crear una liga dónde se  olía más a 3 en 1 que a réflex (por las prótesis J ), que sabían quién era karim Abdul Jabbar, algunos incluso le habían visto jugar por la tele, algunos incluso le habían visto jugar sin que fuera un remember… y que si se conseguía la financiación necesaria, si se tenía invitación de “El Padrino” y si  se presentaban un mínimo de personas a jugar cada Domingo (antes no había ni fichas)…. Entonces… quizás, y sólo quizás… nos dejarían jugar en la CITY. Fuimos cumpliendo los requisitos, fuimos cambiando de patrocinadores hasta llegar a autopatrocinarnos, y aquí seguimos, en la City. Más viejos, más gordos, más calvos, pero con el espíritu joven de aquellos que saben que cada domingo le esperan unos amigos y una pequeña “batalla” que ganar.